Fotografías del Encuentro Atman 2007
|
Felipe González, Villepin y Eto'o, entre otros, defienden la integración de los inmigrantes
Diferentes personalidades del mundo de la política, de la cultura y el deporte se reunieron el pasado 15 de junio en Madrid para debatir sobre migraciones y culturas durante en el II Encuentro Atman de Debate Internacional. Felipe González, ex presidente del Gobierno, denunció que “estamos ante una oleada de respuestas simplistas” a la “inmensa complejidad” de la migración. En relación con el tema, el ex primer ministro francés Dominique de Villepin, argumentó que los Estados no pueden afrontarla “solos y aislados”. Tanto el futbolista Samuel Eto'o como Teresa Aranda, vicepresidenta y presidenta en funciones de la Fundación Atman, hicieron hincapié en dos puntos importantes: “libertad” y “respeto”.
En la inauguración del II Encuentro Atman sobre migraciones y culturas, Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, declaró que “España tiene, por primera vez, una política migratoria que contempla las múltiples facetas de la inmigración desde un planteamiento integral o global”. Igualmente, hizo hincapié en la necesidad de la “legalidad” de los contratos de trabajo para que los flujos de inmigrantes sean positivos.
En opinión de Caldera, el proceso de normalización de trabajadores extranjeros en situación irregular que llevó a cabo el Gobierno socialista al llegar al poder “en principio no fue entendida en todos sus términos” por alguno de los países de la Unión Europea. Pero, “dados los resultados positivos de la política de inmigración en España, está siendo hoy imitada” por esos mismos estados.
Por otra parte, el ministro de Trabajo informó de que la entrada de inmigrantes a España está “bajando notablemente”. Nuestro país ha pasado de registrar aumentos de empadronamiento del 40% en los años 2001-2002 a aumentos del 8% en 2007.
En la sesión dedicada a las Políticas Migratorias. Democracia y Diversidad; el politólogo Giovanni Sartori, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, fue el primero en lanzar el concepto de “ciudadanía intercultural”. Para él, con esta fórmula se deja de pensar en que la nacionalidad dependa estrictamente del lugar de nacimiento.
El principal motor para que los extranjeros se integren es tener la oportunidad de un puesto de trabajo. Brunson McKinley, director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo que los inmigrantes conocen a personas autóctonas y se relacionan sobre todo con ellas “en el puesto de trabajo”. Por este motivo, defendió un “sistema internacional de gestión laboral”, al igual que Ely Ould Mohamed Vall, presidente de la Junta Militar de Justicia y Democracia de Mauritania, quien, además explicó que en este asunto hay tres partes en juego: el país de origen, el receptor y el de tránsito, como es el caso de Mauritania.
Frente a los posibles problemas que plantean los movimientos migratorios, el ex presidente González confesó que le preocupa que “estamos ante una oleada de respuestas simplistas aterradora”. Este fenómeno “moviliza una enorme cantidad de votos y altera la relación de fuerzas en las sociedades democráticas”. Uno de esos problemas es el “negocio ilegal de tráfico de seres humanos”. Para combatirlo, el ex presidente respaldó la “libertad de movimiento”.
En la segunda sesión, denominada Identidad e integración, se respaldó una respuesta conjunta a las migraciones. Dominique de Villepin afirmó que “la inmigración es necesaria” y que los Estados no pueden afrontarla “solos y aislados”. Por lo que el ex primer ministro francés propuso que se acuerden “derechos y reglas comunes” para todos los países, especialmente en la Comunidad Europea.
Respecto a los inmigrantes de segunda y tercera generación; Villepin afirmó que en Francia “se sienten desiguales, no reconocen el país como propio y, además, no conocen el país de origen de sus mayores”. El resultado es un “sentimiento de pérdida de identidad”.
Carmen Calvo, ministra de Cultura, advirtió sobre que un tercio de los inmigrantes de segunda y tercera generación “no se identifica con la cultura del país en el que ha nacido”. Para ella, este desarraigo se debe al “agotamiento” de la idea de igualdad como “homogeneidad”. “Ahora hay que encajar la diversidad en la igualdad”, sentenció.
La ministra de Cultura comentó que, con la integración multicultural, “el derecho internacional tiene por primera vez la cultura en el centro de la agenda”. Informó de que se consensuarán las primeras políticas ejecutables de acuerdo a la Convención para la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales en la Reunión Anual de Ministros de Cultura de la Red Internacional de Políticas Culturales (RIPC), que se celebrará en Sevilla el próximo mes de septiembre.
El párroco del barrio madrileño de Entrevías, Enrique de Castro, conocido como el “cura rojo”, y Samuel Eto'o, jugador del F.C. Barcelona, no teorizaron sobre los movimientos migratorios, si no que aportaron sus experiencias personales al auditorio.
De Castro evidenció que los emigrantes “necesitan papeles”, pero que lo inmediato es cubrir sus necesidades básicas, tarea en la que él se empeña desde su parroquia. Denunció, además, que a los inmigrantes se les relega “al mundo de la marginación y la exclusión”. Recordó a los políticos que las soluciones “no llegan a ninguna parte sin un tejido social en los barrios”.
Por su parte, Samuel Eto'o, camerunés de nacimiento, declaró que “es bastante duro aceptar que la gente ponga su vida en peligro para buscar una vida mejor”. Incluso, tras 10 años viviendo en España, confesó que “siempre” tiene la sensación de no estar en su país y que es “menos respetado por ser africano”. Insistió en la importancia de la libertad y el respeto en el sentido más amplio.
En la tercera sesión, el tema a tratar fue Desarrollo y coste económico de los movimientos migratorios. Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, consideró que, desde la perspectiva de la eficiencia económica, “la migración es un aspecto positivo”.
Stiglitz, ex vicepresidente del Banco Mundial, apuntó que hay ventajas asociadas a “la aportación de ideas”. Humberto López, Economista Señor del Banco Mundial para América Latina y Caribe, aseguró que las remesas que envían los extranjeros a sus familias se han convertido “en un motor de desarrollo” y que en muchos países sudamericanos superan en cuantía a la inversión extranjera. No obstante, explicó que el aspecto negativo es la “fuga de cerebros”, uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrentan los países en vías de desarrollo.
Josép Piqué, presidente del PP en Cataluña, dijo que los inmigrantes trabajan principalmente en los sectores de la construcción, hostelería y servicio doméstico. A su parecer, estos sectores “no generan valor añadido” y “están dispuestos a trabajar con peores condiciones que los trabajadores autóctonos”. Finalmente, apostó por un “sí a la inmigración, y sin reservas, pero no a la inmigración irregular”.
Más de doscientos invitados, representantes de la sociedad civil y cuerpo diplomático, asistieron durante toda la jornada de debate. Las conclusiones de este encuentro serán editadas y publicadas en unas semanas.
|