“Mauritania jamás ha utilizado la inmigración para obtener algo del Gobierno español”
ENTREVISTA
Ely Ould Mohamed Vall
ÁNGEL MARTÍNEZ / JACOBO CORUJEIRA
EL CONFIDENCIAL-18-06-2007
La dificultad para indagar en los antecedentes de Ely Ould Mohamed Vall (Nouakchott, 1950) se corresponde bien con el carácter hermético de un hombre que en agosto de 2005 se apoderó del poder en Mauritania mediante un golpe de Estado para después liderar una transición política impecable hasta las elecciones presidenciales del pasado marzo, en las que obtuvo la victoria Sidi Ould Sheikh Abdellahi. El pasado viernes, Mohamed Vall expuso, en un encuentro organizado por la Fundación Atman, su visión sobre los problemas que afectan a su país y, de alguna manera, a España: la inmigración, las nuevas perspectivas económicas o el terrorismo. El Confidencial mantuvo una entrevista con el ex presidente durante uno de los descansos de las sesiones.
PREGUNTA.- La semana pasada, la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) aseguró que no ve factible que la misión de patrullas en las islas Canarias se haga permanente por razones presupuestarias. Si se retiran, su país se vería afectado. ¿Qué medidas contempla Mauritania, a partir de ahora, para reducir los flujos migratorios clandestinos hacia Europa?
RESPUESTA.- No puedo hablar en nombre del nuevo Gobierno, pero puedo decirles que Mauritania siempre ha estado preocupada por la cooperación con España en este ámbito. Siempre será una constante de nuestras preocupaciones, también en el futuro, pero hay que plantearlo también con la comunidad internacional, porque el problema de la inmigración afecta a todo el mundo y es responsabilidad de todos.
P.- En ciertos sectores de la opinión pública española, existe la opinión de que en Mauritania hay una supuesta permisividad por parte del Gobierno en el tema de la inmigración. Es decir, que, de algún modo, su país haría la 'vista gorda' con el objetivo de aumentar las ayudas económicas por parte de los países receptores.
R.- Voy a dar una respuesta clara, porque sé muy bien de qué me hablan. Nunca, y digo nunca jamás, Mauritania ha utilizado el problema de la inmigración para obtener algo. Ni del Gobierno español ni de la Unión Europea. Mauritania nunca ha aceptado ser un trampolín para nadie y siempre ha respetado sus obligaciones y compromisos internacionales. ¿Qué ha pasado? Que las duras medidas adoptadas en Marruecos para frenar la inmigración la han desviado a Mauritania. Cuando esto ha ocurrido hemos adoptado todas las medidas, y las fronteras terrestres han sido controladas. Ahora bien, el problema se ha desviado hacia el mar. Desde países de África Occidental como Guinea, Senegal, Guinea Bissau o Cabo Verde, parten barcas que pasan a lo largo de la costa mauritana en aguas internacionales y que, sólo cuando tienen dificultades, se acercan a la costa. Cuando son interceptados y detenidos, son trasladados hasta el país de origen a costa de Mauritania, sin que nuestro país haya tenido nada que ver. Cuando los barcos van más allá de las costas mauritanas, en aguas internacionales, nosotros no podemos hacer nada. En cualquier caso, la gendarmería mauritana ha puesto en marcha un sistema de vigilancia con España que en ningún caso, y lo digo con firmeza, en ningún caso ha hecho la vista gorda.
Inversiones españolas
P.- Recientemente, durante una visita a Canarias, su ministro de Asuntos Exteriores recalcaba el potencial económico del país, e invitaba al sector privado español a intervenir en él. ¿Cuáles son, en su opinión, los campos de inversión preferentes?
R.- Primero, el tradicional de las relaciones de Mauritania con España, que es el acuerdo de pesca europeo, importante para su país. Después, hay otros sectores, como el petrolífero o el minero. Mauritania tiene petróleo y ahí está Repsol, junto a otras compañías europeas y chinas, participando en la búsqueda de ese recurso. Lo mismo se puede decir de las minas: Mauritania tiene grandes reservas de oro y cobre.
P.- Esos yacimientos petrolíferos descubiertos por su país en 2001 podrían servir al nuevo presidente Abdellahi para cumplir con su promesa de universalizar el acceso de toda la población a los servicios básicos. ¿Cómo se maneja este maná? ¿Se está utilizando el petróleo en una inversión productiva?
R.- En primer lugar, se trata de dos campos petrolíferos; uno en explotación desde finales del año pasado, mientras que el otro no entrará en funcionamiento, en ningún caso, antes de finales de 2008. Y segundo, todos los ingresos petrolíferos se gestionan con transparencia. Mauritania se ha inscrito en la iniciativa de Transparencia Internacional lo que obliga a las empresas petrolíferas a declarar todos los petrodólares. Además, dentro del Estado mauritano, se ha creado una comisión de carácter consultivo, compuesta por miembros de la sociedad civil y del Gobierno, partidos políticos y personalidades independientes, cuyo objetivo es vigilar la gestión de los fondos petrolíferos.
P.- En cuanto al conflicto del Sahara Occidental, ¿mantiene su país una postura de neutralidad positiva? ¿Qué espera Mauritania de la reunión de los próximos 18 y 19 de junio en Nueva York bajo el auspicio de la ONU?
R.- La solución para Mauritania ha de ser consensuada, es decir, que todas las partes implicadas se sienten y traten de encontrar una solución que sea válida para todos. En cuanto a la reunión, Mauritania desea que se encuentre una solución en el sentido en el que he dicho.
La amenaza del terrorismo islámico
P.- Hace días, un tribunal de Nouakchott absolvió a 25 presuntos terroristas islamistas que habían sido acusados de estar detrás de un ataque en el norte de Mauritania, en 2005, en el que murieron 15 personas. Su país ha negado repetidamente que existan grupos salafistas en su territorio. ¿Es cierto que ningún grupo terrorista actúa o tiene la pretensión de actuar en Mauritania?
R.- El problema del terrorismo islamista es un problema mundial, y hay que combatirlo de forma mundial, por tanto. Nadie puede sentirse protegido contra el terrorismo porque cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar, puede estar amenazada o ser víctima de atentados terroristas.
P.- Las asociaciones de derechos humanos celebraron dicha absolución como una victoria de la democracia y de la independencia judicial en Mauritania, ya que el tribunal adujo que la confesión de los sospechosos se había obtenido bajo tortura. Según los activistas, esas prácticas venían de tiempo atrás y acabaron en la primera parte del proceso de transición. ¿Podemos concluir que soplan nuevos vientos en materia de derechos humanos?
R.-Sin duda las reformas que ha habido han cambiado por completo la situación de los derechos humanos y de las libertades, así como la libertad de la Justicia. La transición ha afectado a estos tres ámbitos. Desde el punto de vista de las libertades, en nuestro país nunca se había conocido un fortalecimiento tal como hasta ahora, y eso se ha gestionado de forma jurídica y legal. La libertad de prensa ya no depende del Ministerio del Interior: los únicos que pueden sancionar o no son los jueces, y siempre después de que se hayan producido los hechos. El tercer aspecto es el reforzamiento de la libertad de la Justicia y, por tanto, el del libre arbitrio. La Justicia ha sido reforzada, puesta al abrigo de toda influencia del Gobierno desde todos los puntos de vista. En este caso concreto, como en todos, la Justicia emite su opinión, y el Gobierno mauritano la acepta. Eso es lo importante.